Diana María Torres: ‘Gracias a la Secretaría de la Mujer logré salir adelante’

Ella se aferra a una hoja de papel, lo guarda como su fuera su posesión más preciada. Es la carta que su hija de 11 años le escribió para su cumpleaños. Es tan importante para ella que quiere compartirla con todo el mundo, porque es el testimonio de una historia de reconciliación que apenas inicia.

“Feliz cumple mami, espero que la pases bien, sé que no fui la mejor contigo y lo siento. También siento las palabras que te dije, no fue mi intención. Quiero arreglar las cosas y mejorar nuestra relación de madre e hija como antes”, dice la carta.

Diana tiene 45 años, y desde julio del 2021 sus dos hijos viven con su expareja, al acceder darle la custodia luego de sentirse presionada y sin apoyo.

“Él empezó a decirme que los niños estaban mejor con él, y la presión de él fue tan tenaz que un día dije: ya no puedo más, cedo la custodia”, explica Diana.

Al ceder la custodia de sus hijos, Diana entró en una gran depresión, a lo que se sumó quedarse sin empleo por culpa de la pandemia. En medio de esta situación, decidió llamar a la Línea Púrpura de la Mujer, donde recibió orientación psicosocial e información legal para su caso.

“No sabía qué hacer, no sabía pa’ dónde coger, y siento que esta Línea Púrpura es fabulosa porque es la oportunidad de que uno pueda hablar sin que lo juzguen, sin ser rotulado por hizo, o no hizo, o dejó de hacer. Es el momento en el que usted puede llamar y decir: ¿qué hago?, y allí le dan a uno esa herramienta, y además de eso lo invitan y dan ese apoyo”, afirma Diana.

En la Línea Púrpura, le dijeron que podía acercarse a la Casa de Igualdad de Oportunidades de Barrios Unidos, donde continuó con el apoyo psicológico para salir del callejón oscuro de la tristeza y la culpa: “Allá hablo con la psicóloga, porque para mí fue muy duro, es como perder a su mamá y su papá de repente, así me pasó con mis hijos, porque fue no hablar, no verlos”.
Con el apoyo de la Casa de Igualdad de Oportunidades comenzó un proceso para recuperar su autoestima, reconocer que además de ser mamá, es mujer, y entender que la mejor forma de demostrarle ese gran amor a sus hijos era no dejándose derrotar por las situaciones de dificultad.

“El primer día que estuvimos en una reunión allá nos pusieron la canción ‘Yo soy’, y esa canción me hizo entender que yo soy tranquilidad, soy paz, soy ternura, yo soy. He dejado de pensar en mí por pensar en mis hijos y no está mal, pero yo en este momento invito a las mujeres a que piensen también en ellas, el hecho de que usted diga, quiero tiempo para mí, no significa que sea mala madre, es que usted también ese derecho”, afirma Diana.

Con este nuevo impulso, Diana decidió inscribirse en el SENA para estudiar un técnico en joyería armada, con lo que le ha dado un nuevo aire a su carrera como diseñadora gráfica, y ha aprendido el proceso desde la fundición hasta el producto final, para realizar anillos, aretes, entre otros.

“Yo laboralmente estoy vieja, ya tengo 45 años, entonces tenía que pensar en algo para el futuro de mis hijos, porque mis hijos van de mi mano así no estén en este momento conmigo, y porque también yo necesito una tranquilidad tanto económica como laboral”, explica Diana.

Con sus compañeros de clase, Diana hoy trabaja en un proyecto para presentarse al Fondo Emprender del SENA, y así iniciar su propio negocio. Además, próximamente recibirá su título como técnico, lo que le abrirá más puertas a nivel laboral.

“No todo ha sido malo, he encontrado también esa fortaleza de decir, yo puedo hacer las cosas, el hecho de que mis hijos se hayan ido con su papá no significa que yo sea mala madre, porque él quiso ponerme así, como una mala mamá, y yo me lo terminé creyendo, pero ahora con todo lo que he hablado con la psicóloga de la Casa de Igualdad me he dado cuenta de que no es así.  A mí se me olvidó de que también soy persona, que tengo derecho, y en este momento estoy en eso, en busca de mi derecho a ser feliz, en mi derecho a estar tranquila”, dice Diana.

Diana se ve en un futuro desarrollando su emprendimiento como joyera, y reconstruyendo la relación con sus hijos desde el amor, la honestidad, el entendimiento, y la comprensión.

“Quisiera decirles a todas las mujeres que a pesar de que la vida me golpeó, y duro, porque esta ha sido una de mis más duras batallas, por medio de la Secretaría de la Mujer me dieron la oportunidad de ser mujer, y quiero que mis hijos entiendan que acá hay una mamá, pero también una mujer, que siente, que sufre, que también tiene derecho. Espero que mis hijos lo entiendan y lo valoren así como en este momento yo valoro tener esta oportunidad”, puntualiza Diana.

Si desea vincularse a los servicios de la Casa de Igualdad de Oportunidades de Barrios Unidos puede escribir al correo ciobarriosunidos@sdmujer.gov.co