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Experiencias nacionales e internacionales para la prevención del feminicidio

05 Aug 2021

Para la Administración Distrital y la Secretaría de la Mujer trabajar por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias y por la reducción de los feminicidios en la ciudad es un compromiso ratificado, a través de estrategias y acciones de articulación interinstitucional.

En el 2020, la Secretaría Distrital de la Mujer creó e implementó el Sistema Articulado de Alertas Tempranas, SAAT, estrategia que responde a la necesidad de adelantar procesos de identificación, gestión y disminución del riesgo de feminicidio.

Con ocasión del primer año de implementación del SAAT, se realizó el primer Intercambio virtual de experiencias y reflexiones a nivel nacional e internacional para la prevención del feminicidio.

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Con más de 300 participantes, entre instituciones, colectivos, servidoras, servidores y contratistas de las entidades del Distrito, el intercambio tuvo dos momentos claves. El primero se denominó Experiencias que marcan horizontes, en el cual se compartieron las experiencias territoriales de ocho estrategias a nivel nacional e internacional. El segundo consistió en la socialización de los aportes, aprendizajes y retos del SAAT tras un año de su puesta en marcha, para cerrar con algunas conclusiones y preguntas del público.

Este encuentro contó con la participación de dos ponentes internacionales: Silvia Juárez, representante de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz, ORMUSA, de El Salvador; y Claudia Benítez Guzmán, directora ejecutiva para una Vida Libre de Violencia, de la Secretaría de las Mujeres de Ciudad de México, quienes presentaron los desafíos, buenas prácticas y metodologías que se adelantan en sus países para prevenir y disminuir los feminicidios. Este ejercicio facilitó la transferencia de conocimiento y la identificación de otros enfoques que pueden incorporarse al trabajo institucional y distrital. 

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Asimismo, participaron seis experiencias nacionales que socializaron las acciones y estrategias implementadas a nivel territorial, para entender y conocer los aprendizajes y retos destacados en otras ciudades del país. Las intervenciones estuvieron a cargo de: Diana Lorena Góngora, asesora de la Secretaría de Mujer, Equidad de Género y Diversidad Sexual de la Gobernación del Valle del Cauca; Mariana Bermúdez, secretaria de la Mujer de Popayán; Diana Herrera, secretaria de la Mujer de Villavicencio; Astrid Osorio, abogada del equipo de Seguridad Pública para las Mujeres de la Secretaría de las Mujeres de Medellín; Graciliana Moreno Echavarría, asesora Mujer y Género del Despacho de la Alcaldía de Bucaramanga; y Anne Paola Mendoza, profesional de ONU Mujeres Colombia.

imagen con fotos de panelistas

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“El intercambio de conocimientos y estrategias entre países y ciudades nos permite identificar otras experiencias para la apropiación y la evaluación de las acciones que venimos implementando en Bogotá con el fin de prevenir los feminicidios. En ese sentido, nos sentimos honradas de haber contado con ponentes que, en otros escenarios, han sido voceras del compromiso institucional en el desarrollo de acciones que contribuyen a la erradicación de este delito”, afirmó Lisa Gómez, subsecretaria de Fortalecimiento de Capacidades y Oportunidades de la Secretaría de la Mujer.

 

5 grandes aprendizajes que dejó este encuentro 

1- Acompañamiento psicosocial y socio jurídico

Brindar acompañamiento psicosocial y socio jurídico a las mujeres en riesgo, a través de grupos de profesionales preparadas y capacitadas en los enfoques de derechos y género, en todas las fases de su proceso de restablecimiento de derechos, y guiar las acciones institucionales para evitar o gestionar las barreras que impidan la atención en salud, la protección y el acceso a la justicia. Esto aporta a la no revictimización de las ciudadanas y a poner fin a la impunidad de los hechos. Además, en el encuentro se destacó la importancia de no dejar a las mujeres solas y actuar desde la debida diligencia y el principio de sororidad. 

2- Activación oportuna de rutas y medidas de protección

Cuando se advierte que una mujer está en riesgo de feminicidio, las autoridades competentes deben otorgar las medidas de protección dispuestas normativamente para salvaguardar su vida e integridad, sin dilaciones y sin cuestionar sus relatos y experiencias.

También se enfatizó en que las medidas de protección se deben adoptar según las características y necesidades de cada caso, sin que los servidores y servidoras manifiesten opiniones al respecto. Asimismo, las experiencias coincidieron en señalar que, además de su otorgamiento, la eficacia de las medidas radica en la verificación periódica de su cumplimiento. En los casos de incumplimiento, se deben impulsar acciones para la sanción de los agresores y reforzar las medidas u otorgar otras en beneficio de las víctimas.

Por otro lado, se hizo un llamado a superar los mitos o ideas erróneas relacionadas con la activación de rutas de atención, protección y acceso a la justicia de las mujeres en riesgo de feminicidio. Por ejemplo, cuando una mujer que está en riesgo o que ha sido víctima de violencias desaparece, las autoridades deben activar sin ningún tipo de demora los mecanismos de búsqueda urgente.

3- Llegar a los territorios y redes comunitarias de mujeres

Las estrategias de prevención del feminicidio deben tener lugar no sólo en los escenarios institucionales sino también en los territorios y barrios donde viven las ciudadanas, movilizando acciones para escucharas, hacer las alertas a las entidades respectivas, denunciar los hechos de violencias y formar en derechos de las mujeres.

Las instituciones tienen el reto de fortalecer su presencia en los territorios. Para esto, las comunidades son aliadas claves para territorializar los derechos de las mujeres. Evidencia de esto es la creación en barrios de México, El Salvador y Colombia de redes de trabajo comunitario de mujeres quienes han impulsado tertulias, comadreos, lunadas y múltiples expresiones de grupos de apoyo mutuo que permiten identificar a mujeres en riesgo e implementar acciones para su cuidado y bienestar.

4- Identificación de hechos previos a la violencia feminicida

Identificar como signos de alerta todas las manifestaciones de violencias contra las mujeres, sin desestimar algún hecho de violencia previo, de tal manera que se actúe ante cualquier indicio de que la vida de una mujer está en riesgo. 

Los antecedentes de violencias contra las mujeres también están relacionados con otro tipo de conflictos, que en apariencia no tienen relación con el riesgo de feminicidio, como custodia de hijos e hijas, fijación de cuotas alimentarias, deudas por arriendos, o cualquier otra situación de índole económica. 

Así mismo, las experiencias insistieron en la importancia de superar los imaginarios de que las violencias contra las mujeres por parte de sus parejas o exparejas son asuntos privados o que en los espacios íntimos no hay riesgos. Todas las violencias contra las mujeres deben denunciarse, hacerse visibles para las autoridades, de tal manera que se comprendan como asuntos públicos y de Estado.

5- Fortalecimiento de Sistemas de información y uso de herramientas TIC

Contar con sistemas de información integrados y con herramientas TIC que faciliten la identificación, seguimiento y monitoreo de los casos de las mujeres en riesgo, se resaltaron como aspectos por fortalecer en las estrategias de prevención del feminicidio. Algunos territorios carecen de sistemas de información que superen el manejo manual de los datos. 

Lograr el registro, sistematización y análisis de toda la información relacionada con la atención de las mujeres podría prevenir que se repitan acciones de violencias, porque se advertirían los patrones de ocurrencia de los hechos, su sistematicidad o los actos revictimizantes en los procesos de denuncia y de reivindicación de sus derechos.