Mujeres privadas de la libertad son capaces de cambiar sus historias. Acompañamos ese proceso

Este mes de junio, la Secretaría Distrital de la Mujer retoma su trabajo de educación emocional en la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres de Bogotá. Lo hace a través de nuevos espacios de la Escuela Amar-te y una jornada de transferencia de conocimientos. Esta vez, el proceso se enfoca en mujeres que, antes de su condena, vivían en calle o en condiciones de alta vulnerabilidad social. El objetivo es promover su bienestar emocional, fortalecer sus capacidades psicoemocionales y recordarles que incluso en medio del encierro tienen derecho a sanar, a sentir y a ser reconocidas.

El primer encuentro se llevará a cabo el 11 de junio. Será un espacio de conexión emocional de dos horas, en el que 20 participantes podrán respirar con consciencia, danzar, cantar, escribir, meditar y conectarse con aromas y sentidos. Todo esto desde un enfoque que respeta y valora su historia de vida, sus sentimientos, sus experiencias y sus formas de habitar Bogotá.

Luego, el 20 de junio, se realizará una jornada de transferencia de conocimientos, esta vez con 14 profesionales de la institución penitenciaria. Esta segunda acción busca dejar capacidades instaladas que permitan una atención diferencial y sensible, con la posibilidad de que el aprendizaje se extienda, con los debidos ajustes, a otras mujeres privadas de la libertad.

Estos espacios no son una terapia convencional, son momentos psicosociales diseñados para que las mujeres puedan detenerse un momento, respirar y reconectarse consigo mismas, desde lo colectivo. Como lo expresa Lina Lozano Ruiz, directora de Enfoque Diferencial de la Secretaría Distrital de la Mujer: “Con Amar-te llevamos dignidad, cuidado y salud mental a contextos donde sentir y sanar es todo un reto. Las mujeres privadas de la libertad no solo tienen derecho a la salud mental, sino a ser reconocidas como sujetas de derechos, capaces de transformar sus historias. Este trabajo es una apuesta a la reparación simbólica.”

En esa dirección, esta estrategia permite que las mujeres vuelvan a conectar con su identidad, resignifiquen sus dolores y fortalezcan herramientas de cuidado como la autoestima, la confianza, la sororidad y la resiliencia. A través de metodologías como la meditación, el arte o la respiración consciente, se abren espacios seguros donde es posible hablar, escuchar, acompañarse y reconocerse en otras.

En un presente lleno de desafíos, Amar-te ofrece algo distinto, consolidación de redes de apoyo, traer la mente al presente y devolverles a las mujeres un lugar central en la construcción de su propia historia.