Mujeres en Bogotá
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En 10 años la población de mujeres jóvenes disminuirá y la de mujeres mayores aumentará. ¿Eso qué significa?

27 Jul 2025

Bogotá atraviesa una recomposición demográfica hacia el envejecimiento progresivo de la población de mujeres y la disminución de mujeres jóvenes.

Con datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género (OMEG) de la Secretaría Distrital de la Mujer realizó un diagnóstico sobre las proyecciones poblacionales de las mujeres en Bogotá para el año 2035.

Aunque dicho análisis dio cuenta de varios diagnósticos alrededor del acceso de las mujeres a pensión, vivienda y sobrecarga de los trabajos del hogar, hubo cinco hallazgos muy puntuales que dieron cuenta sobre la siguiente realidad: Bogotá está atravesando una recomposición demográfica hacia el envejecimiento progresivo de la población de mujeres y una disminución tanto de mujeres jóvenes como del índice de fecundidad. Veamos las cifras:

  1. Las mujeres viven más: Para 2035, se proyecta que las mujeres tengan una esperanza de vida mayor que los hombres (83,3 años Vs. 78,7), lo que intensifica su exposición a riesgos económicos y sociales en la vejez, incluidos el abandono, las enfermedades crónicas y la pobreza.
  2. Aumento acelerado del envejecimiento: El índice de envejecimiento de las mujeres en Bogotá, previsto para 2025, es de 75,3 y resulta superior al de los hombres, que se sitúa en 48,9. En 2035, este índice para las mujeres aumentaría a 124,3, mientras que el de los hombres llegaría a 78,0, lo cual revela un aumento acelerado del envejecimiento de la población de mujeres.
  3. Disminución de las mujeres jóvenes: Con relación a la población de mujeres de 18 años o más, se proyecta una reducción del grupo etario comprendido entre 18 y 29 años, que pasaría de 23,3% en 2025 a 17,4% en 2035, lo que puede generar impactos en el tamaño y composición futura de la fuerza laboral femenina.
  4. Proporción entre mujeres y hombres se mantiene: En 2025 el índice de feminidad es de 108,8 (109 mujeres por cada 100 hombres) y para 2035 se proyecta en 108,9. Es decir, no se observa un cambio significativo en este índice en el periodo analizado.
  5. Fecundidad a la baja, pero, ¡ojo!: A pesar de la tendencia general a la baja en la tasa global de fecundidad desde hace algunos años y de cara a 2035, se observan aumentos recientes en la tasa específica de fecundidad de niñas de 10 a 14 años, en un contexto de alta violencia sexual: 9 de cada 10 víctimas de este tipo de violencia son mujeres y 8 de cada 10 son menores de edad. Puntualmente, la tasa específica de fecundidad (TEF) en niñas de 10 a 14 años, aunque conservó una tendencia a la baja desde 2014, en 2023 y 2024 tuvo aumentos: de 0,6 nacimientos por cada 1.000 mujeres en ese grupo de edad en 2022, aumentó a 0,7 en 2023 y a 0,8 en 2024 (Saludata).

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Es importante mencionar que decidir tener o no hijas o hijos no es solo una cuestión demográfica y económica, es ante todo el derecho a la autonomía reproductiva de las mujeres, el reflejo de un contexto social que facilita o no la maternidad y paternidad, y una reflexión crítica sobre los roles tradicionales de género que sobrecargan el trabajo de cuidado en las mujeres.

Estas realidades tienen implicaciones frente al Sistema de Cuidado, al sistema de salud y a los mecanismos de protección social de la ciudad, así como desafíos frente a la generación de oportunidades y condiciones para la garantía de los derechos de las mujeres.

“En las proyecciones poblacionales se observa un envejecimiento de la población, especialmente de la población femenina, y nosotras como Secretaría de la Mujer hacemos un llamado importante porque tendrá unas consecuencias alrededor de las mujeres cuidadoras. Vamos a necesitar más cuidado, pero también somos quienes más cuidan”, indicó Isabella Muñoz Gómez, directora del OMEG, y quien, por consiguiente, llamó la atención para que se piensen políticas sociales que creen mejores condiciones para mujeres y políticas macroeconómicas con enfoque de género, para que esa importante proporción de mujeres que están por fuera de la fuerza laboral pueda ir educándose e incorporándose al mercado laboral en condiciones dignas.