¿Cómo está tipificado el feminicidio en Colombia y cuáles son las condenas?

Entender cómo y por qué ocurre el feminicidio es clave para prevenirlo y garantizar justicia para las mujeres en Bogotá.

En Colombia, el feminicidio es un delito que no solo afecta a las mujeres, sino que evidencia la persistencia de patrones culturales que legitiman la violencia basada en género. A diez años de la expedición de la Ley 1761 de 2015, conocida como Ley Rosa Elvira Cely, la Secretaría Distrital de la Mujer recuerda que este crimen no puede naturalizarse ni reducirse a cifras: es la expresión más extrema de violencias acumuladas y un atentado grave contra los derechos humanos.

La Ley 1761 marcó un hito jurídico al tipificar el feminicidio en calidad de tentativa o consumado como un delito autónomo, reconociendo que la muerte violenta de una mujer no siempre obedece a hechos aislados, sino a un continuum de agresiones psicológicas, económicas, físicas o sexuales que se acumulan con el tiempo. Según el Código Penal, quien cause la muerte a una mujer por su condición de mujer, por motivos relacionados con su identidad de género o en contextos donde exista dominación, control, discriminación o antecedentes de violencia, puede enfrentar penas entre 250 y 500 meses de prisión, es decir, de 20 a 41 años.

Para comprender este delito, no basta con revisar la norma: es necesario observar cómo se manifiesta en la ciudad. Por eso, la investigación Vidas que importan, datos que cuentan: comprensión del feminicidio en Bogotá, lanzada el pasado 4 de diciembre por el Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de la Secretaría Distrital de la Mujer, en alianza con la Pontificia Universidad Javeriana y la Universidad de Antioquia, aporta datos clave y un análisis que confirma que el feminicidio ocurre de manera sistemática.

De acuerdo con sus hallazgos, en Bogotá el 49% de los feminicidios entre 2023 y 2024 estuvieron precedidos por un contexto de violencias reiteradas. El 72% fueron feminicidios íntimos cometidos por parejas o exparejas y, en el 100% de los casos, los agresores fueron hombres. Asimismo, las principales víctimas indirectas fueron los hijos e hijas de las mujeres asesinadas: en el 62% de los casos eran menores de edad.

Frente a este panorama, la Administración Distrital viene desarrollando y fortaleciendo acciones tanto de atención como de prevención para proteger la vida de las mujeres. En materia de atención, se ha fortalecido la difusión de la Ruta Única de Atención y el acompañamiento especializado del Sistema Articulado de Alertas Tempranas (SAAT), que permite identificar, gestionar y reducir el riesgo de feminicidio. En prevención, se avanza en la implementación y socialización del Protocolo de prevención, atención y sanción de las violencias en el espacio y el transporte público; en jornadas de sensibilización dirigidas a servidoras y servidores públicos para fortalecer sus capacidades institucionales; y en el desarrollo de estrategias comunicativas que buscan transformar imaginarios, eliminar estereotipos y desnaturalizar las violencias basadas en género.